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¿Por qué Ibarra no se hace cargo?

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Falsas denuncias de violencia familiar y abuso sexual
Falsas denuncias de violencia familiar y abuso sexual

Las miserias humanas no tienen límite ni pueden encasillarse en algún lugar determinado. Son tan vastas e impredecibles que a cada momento puede surgir una nueva versión de ellas.

 

Es una verdad de Perogrullo que una de las peores miserias existentes es la que tiene que ver con el ataque a la dignidad humana. Es imposible justificar acción alguna que tenga que ver con el traspaso de ese límite. No hay manera de concebirlo.

Hay, en ese sentido, una realidad a la que los grandes medios de comunicación le dan la espalda y que la gran mayoría de la sociedad desconoce. Tiene que ver con las falsas denuncias de violencia familiar y, en algunos casos, de abuso sexual de menores.

Son historias que no sólo destruyen personalidades día a día, sino que desmoronan familias enteras, a causa de un sistema perverso que viene perfeccionándose a través de los años y que lo más selecto del arco político y judicial permite que suceda.

Este periodista ha tenido acceso a una docena de casos que podrían parecer aislados pero que, en realidad, son parte de un oscuro sistema que involucra a centros de ayuda al menor, pseudoespecialistas en violencia familiar y funcionarios públicos del más alto nivel.

El caso que se contará en estas líneas es sólo uno de los tantos que existen y que no aparenta tener vista de resolverse en el corto plazo. Es un caso testigo.

Tiene que ver con Eduardo Medeot, un hombre quebrado por la estupidez de una veintena de funcionarios y la presión de un sistema corrupto.

Es una historia imposible, como se verá.

 

El hombre sin rostro

Eduardo Medeot es un tipo raro, gesticula demasiado cuando habla... y habla demasiado. Por lo tanto, es una máquina de moverse y hablar.

Tiene motivos para hacerlo, su historia es tan irregular que no quiere dejar de contar nada de lo que pasa por su cabeza. No quiere que se escape ni un solo detalle.

Hablé con Eduardo varias veces y en todas ellas pude percibir el dolor que lleva a cuestas y que vive tapado por su desesperación por lo que le toca vivir. Su tragedia comienza en el año 2002, aunque, en los hechos, la historia es aún más anterior.

Según cuenta él mismo –y este periodista pudo comprobar acabadamente-, Eduardo vivió durante algunos años junto a una mujer llamada Marisol Da Silva, oriunda de Uruguay y con la que tuvo un hijo el 7 de mayo de 1997 llamado Jesús. A mediados del año 2002, Marisol se marchó de su hogar junto al hijo de ambos. Las relaciones con Eduardo eran pésimas y este último le había pedido a la mujer que se marchara.

Pronto Marisol encontraría la forma de vengarse por lo que sintió como una expulsión de su propio hogar: en agosto de ese mismo año presentó una denuncia contra Eduardo por abuso sexual en perjuicio de Jesús en la UFI Nº 5 de San Martín. Era el comienzo de un largo calvario.

A poco de presentada la denuncia, la justicia pidió un peritaje para todo el grupo familiar, el cual depararía más de una sorpresa. Mientras a Eduardo la evaluación lo encontró como una persona normal (“Su sexualidad satisface los parámetros de la normalidad”, según el peritaje), Marisol presentaba alteraciones en la esfera psicosexual y el estudio de su persona demuestra que “amolda la realidad a sus fantasías”.

El hijo de ambos, por su parte, aparenta no haber sufrido abuso alguno. “Jesús Medeot no sufre ninguno de estos síntomas relacionados con abuso sexual”, asegura el informe.

Elocuencia aparte.

 

El agujerito sin fin

Cuando la justicia pudo acceder a los informes realizados al grupo Medeot, concluyó que había que archivar la causa, lo cual fue solicitado por la fiscalía el 23 de febrero de 2003. Tal decisión provocó tal enojo en Marisol que, a partir de entonces, cortó todo vinculo entre padre e hijo y se abocó a obtener un nuevo peritaje que validara su falsa denuncia, obviamente en otro juzgado.

La maniobra fue tan burda -tanto por parte de la madre de Jesús como por la justicia-, que se le permitió presentar sus cargos en diversos juzgados al mismo tiempo, uno de ellos de esta Capital Federal. Los jueces que permitieron que esto sucediera se llaman Omar Cancela, Lucas Cayetano Aon y Noro Villagra (1).

Mientras tanto, Marisol pidió una “medida cautelar” para que Eduardo no pudiera ver a su hijo y comenzó a mentir respecto a sus anteriores denuncias, omitiendo declarar –entre otras cosas- que ya existían peritajes realizados en una causa anterior.

En los diversos expedientes que fueron tramitando en uno y otro juzgado fueron acumulándose medidas de todo tipo, muchas de las cuales han llegado a demostrar la falsedad ideológica con la que se mueven algunos centros de atención a víctimas de violencia sexual. En uno de los procedimientos ordenados por la justicia en el marco de esta causa, se encontró una historia clínica en donde está asentado que Jesús fue inducido a mentir por su propia madre.

En ese mismo expediente se demuestra que el pequeño fue peritado al menos media docena de veces, por diferentes equipos interdisciplinarios. Jamás pudo probarse la acusación de abuso sexual contra su padre.

A pesar de lo dicho, Eduardo sigue sin poder ver a su hijo y la “medida cautelar” en su contra sigue firme, desconociendo la justicia el cúmulo de anomalías que se ha juntado a lo largo de los años.

Marisol, por su parte, ha llevado a Jesús a extremos de descuido que lo obligaron a repetir de grado en el colegio y a mostrar elocuentes cambios de conducta referidos por sus propios vecinos. Según el testimonio de estos últimos, Marisol sería una mujer inestable emocionalmente y tendría maltratos con su propio hijo.

Eduardo no desconoce esta situación y la ha denunciado en una veintena de oportunidades, sin resultado alguno a pesar del peso de la evidencia que ha acompañado en cada una de sus presentaciones.

Entre otros organismos, ha enviado sus quejas a la corte Suprema de Justicia, al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (2) y la Oficina Anti-impunidad. Nadie hizo nada.

Su desesperación llegó a tal punto que envió una misiva a la justicia el 11 de abril de 2004 denunciando con lujo de detalles lo que le sucedía:

“Me dirijo a V.S., con sumo respeto en la causa que me ocupa, que es nada mas ni nada menos que salvar LA VIDA de mi hijo, me dirijo a V.S apelando a su sensibilidad de persona y quizá también de padre (...) Si fui falsamente acusado de abuso y luego los peritajes salen a favor mío y de mi hijo, y en contra de su madre, si es archivada la causa, si no hay ningún elemento de prueba, si a la madre le salen los peritajes de un abusador (yo estaría preso, ¿porqué ella no? ¿no sería justicia que la balanza nos pesara igual? ).

Si encima se la premia con la guarda, si el juez Camere de menores 2 de San Isidro, irregularmente manda a hacer nuevos peritajes y aquí sale que mi hijo es vilmente inducido a mentir y es abusado sexualmente y corrompido por su madre, que le enseña a mentir y a odiar para sus propios intereses, ya que el propio niño dice que su madre le dijo que dijera lo que dijo, que en los primeros peritajes sin inducción fue espontáneo (...) si las caseras de Marisol (Eleonora, Rita, Mary) dicen que ella está loca y está enloqueciendo y destrozando al chico, si sus vecinas, dicen, que es mala persona, si tiene V.S ocho testimonios en la causa de protección de persona que avalan y corroboran estos dichos, si no lo manda al colegio por tres meses y REPITE EL GRADO y está deteriorado, como loco, depresivo y ojeroso, si todo esto V.S lo puede comprobar fácilmente escuchando el casete o citando a declarar a las personas implicadas,si le pido a V.S. que pida la historia clinica del Borda donde seguramente confirmara lo que digo, pregunto con todo respeto ¿por qué no se me levanta la cautelar sabiendo todo esto y que la madre es la persona realmente peligrosa? (...)

Hoy es pascuas, estamos reunidos con mi familia, pero tristes porque hay UN DESAPARECIDO entre nosotros, se trata de Jesús Medeot de seis años cuya vida se encuentra en vuestras manos”.

Es dable destacar que nadie ha podido desmentir jamás ninguna de las afirmaciones de Eduardo.

 

Acumulando pruebas

El 30 de diciembre de 2002, Alejandro, padrino de Jesús, llamó a su ahijado para saludarlo por las fiestas. Pocos meses antes había comenzado la pesadilla de Eduardo Medeot, por lo cual -en la charla- no pudo evitarse tocar el tema.

Según reza la grabación del diálogo, estos son los puntos salientes:

Ale: -Ah, ¿y a tu papá cuánto hace que no lo ves?

Jesús: -¡¡ Un montonazo!!

Ale: -Ah ¿y por qué?

Jesús: -Solamente voy a las plazas, porque mi mamá ya se ha separado de mi papá

Ale: -Claro

Jesús: -Si pero yo estoy con mi mamá, no con mi papá

Ale: -No, ya sé, pero tenés que estar un ratito con cada uno

Jesús: -No, pero mi mamá le dijo cosas feas a mi papá

 Ale: -Y bueno, porque ellos se pelearon, pero vos no tenés la culpa

 Ale: -¿Y vos cómo estás?

Jesús: -No, porque mi mamá, no, porque, mirá me dijo mi mamá que hablen entre papás esas cositas que, que quiero estar con mi papá

 Ale: -Y, pero a vos, ¿Qué te gustaría?

 Jesús: -Esperá Alejandro – susurro- yo quiero estar con mi papá pero mi mamá no me deja

 Ale: -Y ¿A quién se lo dijistes vos eso? (sic)

 Jesús: -Mi papá que lo quiero mucho y quiero estar con él (con mucha tristeza en la voz)

 Ale: -¿Y a quién mas se lo dijistes?, ¿A quién mas se lo dijistes?

 Jesús: -A todos los chicos y a todos los padres

Marisol: -Basta Jesús! Basta!

 Jesús: -A todos los hombres le dije

Ale: -Mirá, ¿Si vos querés estar con tu papá?, escuchame esto, si vos querés estar con tu papá, se lo tenés que decirle a todo, todo, todo, el mundo para que la gente sepa, ¿Sabés?

Jesús: -Decile a mi papá que diga lo que yo, que diga lo que yo digo, que lo diga a todo el mundo, a todo el mundo, quiero estar con mi papá, papá, papá, papá, papá, papá (sollozando)

Ale: Tu papá le dice a todo el mundo y yo también, así que quedate tranquilo que ya vas a ver a tu papá y a tus abuelitos, a tus abuelitos también ¿no?

Jesús: Mamá está escuchando, escuchá, mamá está escuchando (se nota que tiene terror)

 

Sistema perverso

El universo en el que se mueven las denuncias de abuso sexual y violencia familiar es un entramado construido a lo largo de muchos años y que ha desvirtuado lo que debería ser un sistema justo en un engranaje de aprietes y corrupción.

Una de las mayores responsables de esto es la psiquiatra infanto-juvenil Irene Intebi, coordinadora del Programa de Asistencia del Maltrato Infantil, de la Dirección General de la Mujer del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. La mayor parte del sistema legal-terapéutico relacionado con la violencia familiar y el abuso sexual de la ciudad de Buenos Aires está basado en las afirmaciones de esta mujer, las cuales pueden verse en alguno de los libros y trabajos que ha escrito a lo largo de su carrera.

Intebi basa algunas de sus dogmáticas creencias en vetustos postulados del padre del psicoanálisis, Sigmund Freud. Muchas de las afirmaciones de Freud son tan anacrónicas que la psicología experimental y la neurobiología han demostrado su falacia en las últimas décadas. Vaya como ejemplo el síndrome de los falsos recuerdos (3) al que la psiquiatra da crédito absoluto. “A Freud le llamaba la atención la cantidad de casos donde aparecían recuerdos de la infancia de estímulos sexuales por parte de adultos. Pero, a la vez, observaba que mientras divulgaba cosas terribles, la sociedad empezaba a generar un vacío”, aseguró Intebi a un periodista que la entrevistó hace unos meses.

Ella, al igual que gran parte de la gente que trabaja a su lado, son adherentes a escuelas de pensamiento bastante primitivas, donde se considera que la mujer es, como madre, más apta de ocuparse de los hijos que el hombre, hecho que, aunque le pese a Intebi, va en contra de los últimos descubrimientos de la ciencia.

Todos esos preconceptos son los responsables de que exista una ley de violencia familiar como la que se aplica actualmente, sumamente subjetiva y -según 3 abogados consultados por este periodista- marcadamente inconstitucional. Basta la mera denuncia de una de las partes para proceder legalmente contra la otra, invierte la carga de la prueba y no permite el derecho de defensa a la persona acusada sino hasta después de que se han aplicado las primeras medidas cautelares. Una verdadera aberración.

Por otro lado, no se ha profundizado en nuestro país el “síndrome de alienación parental”, una las patologías que ayudarían a entender desde otro punto de vista la cantidad creciente de denuncias falsas por violencia familiar y abuso sexual.

Paul Willekens, especialista en el tema, lo detalla de esta manera basado en diversos trabajos realizados a nivel científico: “La alienación parental es un proceso que consiste en programar un hijo para que odie uno de sus padres sin que tenga justificación. Cuando el síndrome está presente, el hijo da su propia contribución en la campaña de denigración del padre alienado. (Gardner2 y Gardner3, §1)

El fenómeno que consiste en que un progenitor ponga a sus hijos contra el otro progenitor, es una noción fácil de comprender. (Bone-Walsh, §1)

Inducir un síndrome de alienación parental a un hijo es una forma de maltrato. En casos de abuso sexual o físico, las víctimas llegan un día a superar las heridas y las humillaciones que han sufrido. Al contrario, un abuso emocional tendrá de seguro repercusiones psicológicas y puede engendrar problemas psiquiátricos durante toda la vida (Gardner_Addendum2, §2)”

A la hora de detallar los síntomas para detectar la aparición de esta patología, Willekens explica cuál es el comportamiento al que debemos estar atentos:

 1- Rehusar de pasar las llamadas telefónicas a los hijos.

 2- Organizar varias actividades con los hijos durante el período que el otro progenitor debe normalmente ejercer su derecho de visita.

 3- Presentar el nuevo cónyuge a los hijos como su nueva madre o su nuevo padre.

 4- Interceptar el correo y los paquetes mandados a los hijos.

 5- Desvalorizar y insultar el otro progenitor delante los hijos.

 6- Rehusar de informar el otro progenitor a propósito de las actividades en las cuales están implicados los hijos (partidos deportivos, actuaciones teatrales, actividades escolares...)

7- Hablar de manera descortés del nuevo cónyuge del otro progenitor.

 8- Impedir al otro progenitor de ejercer su derecho de visita.

 9- "Olvidar" de avisar el otro progenitor de citas importantes (dentista, médico, psicólogo...)

 10- Implicar su entorno (su madre, su nuevo cónyuge...) en el lavado de cerebro de los hijos.

 11- Tomar decisiones importantes a propósito de los hijos sin consultar el otro progenitor (elección de la religión, elección de la escuela)

 12- Cambiar (o intentar de cambiar) sus apellidos o sus nombres.

 13- Impedir el otro progenitor de acceder a los expedientes escolares y/o médicos de los hijos

 14- Reprochar al otro progenitor el mal comportamiento de los hijos.

 Willekens asegura que existen ciertas motivaciones por parte de algunos progenitores a la hora de efectuar alguna denuncia falsa contra su ex pareja. Entre otras, detalla que:

 1) Ciertos progenitores alienadores son cegados por su rabia.

 2) Ciertos progenitores alienadores son celosos del hecho que el otro se haya metido en una nueva relación y él no. Privarlo de sus hijos equivale a quitarle lo que tiene de más precioso en el mundo.

 3) La cólera se puede provocar por factores económicos. Falta de pago de la cuota de alimentos y otras.

En este contexto, Willekens comenta que existen otro tipo de acciones que suelen acompañar a las falsas denuncias, como el hecho de que el progenitor alienador decida -de repente- mudarse, cambiar de ciudad o de país. “Puede tener el pretexto de haber hecho un encuentro amoroso o de tener una oportunidad de trabajo”, asegura.

En un estudio en el que se han examinando 700 casos de separaciones conflictivas durante un lapso de 12 años, se ha observado la presencia de 4 criterios en el marco del estudio del proceso de “alienación parental”:

1. Obstrucción a todo contacto

2. Denuncias falsas de abuso

 3. Deteriorización de la relación desde la separación

4. Reacción de miedo por parte de los hijos

 

Primer mundo

Viendo la situación en nuestro país, cabe preguntarse cómo se maneja a nivel legal este tema en otros lugares del mundo. Veamos:

En Estados Unidos y Canadá cada vez más tribunales reconocen la existencia de daños causados a los hijos por el “síndrome de alienación parental”, lo cual puede observarse en muchas de sus sentencias judiciales.

El código penal del estado de California estipula que "toda persona que guarda, aleja, detiene, sustrae o esconde un hijo, y con intención maliciosa priva el que tiene la tenencia legal del ejercicio de su derecho de tenencia, o una persona de un derecho de visita, será castigado con encarcelamiento de un máximo de un año, de una multa de un máximo 1000 dolares o de los dos...".

En Pensilvanía este comportamiento está sujeto a una pena de 6 meses con remisión condicional, a una multa de 500 dolares y la suspensión o la supresión del carnét de conducir. En Texas la pena es aún más dura.

Yéndonos por un momento a Europa podemos comentar que el código civil alemán, en su artículo 1626, detalla que: "el padre y la madre tienen el derecho y el deber de ejercer la autoridad parental (elterliche Sorge) sobre su hijo menor de edad. La autoridad parental comprende la tenencia (Personensorge) y la administración de bienes (Vermögenssorge) del hijo”.

Según el artículo 1684, en su versión enmendada, un niño tiene derecho de ver a sus dos padres, que tienen cada uno la obligación de mantener contactos con el hijo y el derecho de visitarlo. Además los padres tienen que renunciar cualquier acto, que fuera dañoso para las relaciones entre el hijo y el otro progenitor, o que perjudicaría seriamente su educación. Los tribunales de familia pueden fijar la extensión del derecho de visita, tanto como las modalidades más precisas del ejercicio de este derecho.

En 1992 los tribunales alemanes rehusaron otorgar a un padre el derecho de visita a su hijo nacido fuera del matrimonio. Después de pasar por todos los recursos posibles, el padre se dirige a la Corte Europea de los Derechos Humanos para pedir justicia y reparación, contra el estado alemán, invocando que Alemania no había respetado el artículo 8 de la Convención.

En sentencia del 13 de julio 2000, las Cortes Europeas le dieron la razón al damnificado y condenaron a Alemania a pagarle 47.600 Marcos por los daños morales ocasionados.

En Estados Unidos también existe vasta jurisprudencia sobre el tema. Según el abogado Douglas B. Dougherty, “La Alienación Parental es dañina para los niños. La política pública del Estado de Ohio pugna para que ambos padres se impliquen plenamente en la vida del niño cuando esto sea adecuado. La Corte Suprema de Ohio observaba recientemente que ‘El mejor interés del niño abarca no únicamente el ambiente del hogar, sino también la implicación de ambos padres. En la sociedad actual que plenamente acepta la necesidad de la paternidad de ambos progenitores, cada padre debería tener una implicación tan completa en la vida del niño como fuera posible y deseada por ellos mismos’. (Davis v. Flickinger (1997), 77 Ohio St. 3d 415, 419)

 Diversos tribunales de apelación también han reconocido esta política. La Corte de Apelación del condado de Athens ha destacado que ésta política favorece el mantenimiento de una continua y estrecha relación del niño con sus dos padres.(Gordon v. Gordon (octubre 19, 1987), Athens App. No. 1334.) La Corte de Apelación del condado de Pike ha destacado que los niños necesitan saber que sus dos padres los aman. (Beekman v. Beekman (1994), 96 Ohio App. 3d 783.) El juzgado del caso Beekman también señaló que cada padre tiene la obligación y el deber de fomentar y alentar el amor y respeto del niño hacia el otro progenitor. (Id.)

La Alienación Parental comprende muchos tipos de conducta inapropiada. La legislación de Ohio ha reconocido específicamente y condenado algunos tipos de comportamientos de Alienación Parental en sus leyes atendiendo al mejor interés para el menor. (R.C. 3109.04(F)(1)(i)). Específicamente la ley reconoce que un progenitor no puede denegar continua e intencionalmente al otro padre su derecho de visita. (R. C. 3109.04 (F)(1)(f)). De igual manera la ley reconoce que un progenitor debe respetar y facilitar los derechos de visita del otro progenitor. (R. C. 3109.04 (F)(1)(f)).

Los intentos de uno de los padres para alejar a un niño de su otro padre son dañinos para el mejor interés del menor”.

Obviamente, estamos lejos del primer mundo.

 

Concluyendo

El mismo calvario que viene sufriendo Eduardo Medeot por la falsa denuncia que pesa en su contra es parte de la rutina cotidiana de varias docenas de padres que aún no encuentran, ya no justicia, sino respuesta por parte del Estado. Seguramente porque ese mismo Estado es parte de esta aberración.

Por lo pronto, está demostrada la culpabilidad del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (Aníbal Ibarra y otros) por acción y omisión, de la Dirección General de la Mujer del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, del Centro Salguero -dependiente de la anterior institución-, de la asociación SOS niños en riesgo y de los jueces de la talla de Noro Villagra, Omar Cancela y Lucas Cayetano Aon.

Para mejorar las cosas habrá que hacer algunos cambios de fondo: replantear la equidad o no de la actual ley de violencia familiar, incorporar nuevos estudios científicos sobre el tema, depurar algunos organismos del Estado corrompidos y analizar nuevas patologías como la del “síndrome de alienación parental”.

De lo contrario, el sistema seguirá tan sucio como ahora, con un creciente número de padres que, cual zombis, seguirán deambulando de un lado a otro buscando eso que parece nunca llegar: la Justicia. (continuará).

 

Christian Sanz

(1) Noro Villagra fue denunciado por la actriz Andrea del Boca por omisión en "preservar los derechos" de su hija. Lo antedicho promovió el juicio político contra el juez.

(2) Expediente Nº 44.322/2003 del GCBA.

(3) Hace unos años, investigadores de la Universidad de California-Irvine en Estados Unidos han conseguido implantar falsos recuerdos en algunas personas y comprobado que la memoria humana es muy fácil de engañar. Los resultados del estudio demuestran que bastan algunas sugestiones para fabricar falsos recuerdos (http://www.tendencias21.net/index. php?action=article&id_article=67969)

(4) Ibarra conoce esta situación y la permite. Según un ex abogado del GCBA “esto le permite manejar una caja electoral importante, a través de los centros de atención a las víctimas”.

 

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