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Patiño Meyer: Embajador en bajada

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EL INSÓLITO INCIDENTE CON URUGUAY
EL INSÓLITO INCIDENTE CON URUGUAY

El embajador de Argentina en Uruguay y ex delegado de los servicios de inteligencia de Argentina (SIDE) en Ginebra, Hernán Patiño Mayer, en otra de sus épicas e hípicas actuaciones, se atrevió a opinar en un artículo de prensa sobre personalidades y situaciones políticas de Uruguay. (Se trata de "Los tres Pepes orientales", colaboración de Hernán Patiño Mayer en el diario Perfil de la República Argentina que publicamos a continuación de este editorial)

 

El embajador se olvidó de todas las normas que rigen la actuación de un diplomático, y entre ellas la principal que es no entrometerse en asuntos internos del país ante el cual está acreditado.

Luego de sus fatuas declaraciones, el embajador se apuró en pedir disculpas, olvidando también que quien debe pedir disculpas por sus atrevidas declaraciones es el gobierno argentino a quien él representa.

En su argumentada disculpa, el embajador y ex representante de la SIDE, manifiestó que, esta vez, él no lo hizo ni como alcahuete ni como adulón. Insólitamente el diplomático, a quien se le reconocen cualidades de hábil declarante, se mordió con su propia letra, pues la definición de alcahuete, según la Real Academia Española de la Lengua, es "la persona que procura, encubre o facilita amores ocultos".

Hasta hoy todos pensábamos que era el representante del gobierno de Argentina, y no "la celestina" del gobernante de turno.

Si bien el señor embajador Hernán María Patiño Mayer renunció el 3 de diciembre, luego de su participación en un acto político del Frente Amplio en Buenos Aires, él sigue en funciones, desde el momento que el gobierno uruguayo lo acaba de observar, por lo cual el señor Patiño es considerado el Embajador de la República Argentina en nuestro país. De lo contrario,  haberlo observado hubiese sido un blooper de nuestro gobierno.

El decreto 3/2010, que es el decreto por el cual se le acepta la renuncia, tiene fecha 5 de enero de 2010, rara coincidencia... justo le aceptaron la renuncia cuando lo citan de Cancillería y la dirigencia política levanta la voz, una vez más, contra su actuación, sin olvidar la molestia de la presidenta Kirchner por el anuncio que él realizó sobre la reunión que ella tuvo con el presidente electo José Mujica y sobre los temas abordados en la reunión que sostuvieron durante 10 minutos.

Se equivocó el senador Larrañaga cuando afirmó que la dimisión del embajador Patiño es de estilo cuando cambia el gobierno en el país en el cual está destinado. Esto es erróneo, es de estilo presentar la renuncia cuando cambia el gobierno de su país, pues el embajador es el representante del Poder Ejecutivo, y en este caso el señor Patiño perdió la confianza de la presidenta Kirchner.

El señor Patiño no es un simple ciudadano argentino. Sigue siendo el Embajador de la República Argentina en Uruguay hasta el momento que se comunique su retiro oficial a nuestra cancilleria. Por lo tanto debe cuidar y mantener la conducta que el cargo le impone. Es por esto que, como diplomático, incurrió en un error y un horror, y sigue incurriendo en los mismos errores y horrores al acusar al diario "EL PAIS" y otros medios de difusión de perturbar las relaciones entre Uruguay y Argentina. Debe tener en cuenta el embajador Hernán María Patiño Mayer que el gobierno uruguayo aún está en condiciones de declararlo "persona no grata" y ordenar su expulsión, aunque por lo que se ha visto es obvio que no lo va a hacer.

El señor Patiño mantiene todos los privilegios como diplomático en nuestro país, y si bien ya el gobierno argentino le aceptó la renuncia, en el articulo 2° de la resolución 3/2010 se indica que el señor Patiño cesará en sus funciones "al dia siguiente a su llegada a la república (argentina)".

Como también trato de "leer" las entrelíneas de las resoluciones, me llama la atención que en la aceptacion de la renuncia del señor Patiño no se le agradezcan los servicios prestados , como es de estilo, y más siendo, como dice él, el decano de los embajadores argentinos en el mundo.

Ya son varias las intromisiones del embajador en los asuntos internos de nuestro País, iniciando su carrera de tropelías en su primera gestión, cuando, a la salida de una trasnochada reunión, en épocas en que no se realizaban espirometrías, cuestionó al entonces Intendente de Maldonado, Domingo Burgueño, por el monto de las contribuciones inmobiliarias que debían pagar los argentinos propietarios de bienes en Punta del Este, las cuales consideraba altas.

El gobierno uruguayo, en ese momento, le hizo un llamado de atención por intermedio del director general del ministerio, lo cual significó un "tirón de orejas" para un embajador que no fue "observado", ni recibido, por el Canciller ni por el Vice-Canciller, sino por un funcionario de tercer nivel.

Quienes hemos actuado en el mundo diplomático, sabemos cómo se debe actuar para no agraviar al pueblo y al gobierno donde fuimos acreditados. En caso contrario se debe atener a las consecuencias. En este caso el gobierno argentino, elegantemente, maquilló la situación y le aceptó la renuncia, tercera resolucion presidencial del ejercicio 2010.

Jorge Azar Gómez

Ex Representante de Uruguay ante O.N.U.

 

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